Es importante tomar medidas preventivas y fomentar las buenas prácticas en el ambiente laboral, pero por sobre todo, es fundamental crear conciencia en los trabajadores acerca del autocuidado.

  1. ¿Qué factores influyen para que el trabajador tenga un comportamiento seguro?

Esto es resultado de una evaluación de diversos factores. A mi juicio los más importantes son tres: la valoración de la calidad y seguridad dentro de la organización como algo socialmente deseable; la coherencia organizacional entre lo que se dice y hace para asegurar que los esfuerzos en esta materia se mantengan y, finalmente, los esfuerzos de la empresa Hikza para fomentar dicho comportamiento, a través de, por ejemplo, capacitaciones, modernización de equipos y actualización de procedimientos.

2. ¿Cómo se logra esta cultura preventiva? ¿Qué se requiere?

Se logra cuando la organización en su conjunto incorpora las prácticas preventivas y de calidad como un componente natural de su negocio. No es un cambio de la noche a la mañana, se trata de muchas “pequeñas acciones diarias” que van sumando. Se requiere del compromiso de las gerencias, el liderazgo de los supervisores y la participación de los Colaboradores.

3. ¿Qué grado de responsabilidad tienen los colaboradores en el cuidado de su salud?

El autocuidado está limitado por el conocimiento del riesgo y el interés en la propia seguridad. La probabilidad de accidentes aumenta cuando ningún colega advierte de la conducta de riesgo o, peor aún, la fomenta. La actitud preventiva es una “guía moral” que permite ajustar nuestro comportamiento a los estándares definidos para un trabajo seguro y de calidad.

4. ¿Qué tan importante es el clima laboral en la prevención y en el incentivo del autocuidado?

Fundamental. Cuando los entornos laborales no son adecuados para el trabajo, se transforman en condiciones o factores de riesgo que aumentan la probabilidad de ocurrencia de una enfermedad profesional, sobre todo aquellas derivadas de la exposición a un alto nivel de estrés permanente. Por lo tanto, fomentar un clima laboral apropiado evita que dichas dimensiones se transformen en factores de riesgo para la salud. Esta es una tarea compartida, donde las jefaturas tienen mucho que decir.